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Dice el dicho que el que no arriesga no gana. Las empresas lidian con el riesgo a diario, pero algunas son mejores que otras en cómo lo hacen. Continúe leyendo para descubrir las cinco estrategias principales de mitigación de riesgos. 

Seguir una estrategia comercial siempre conlleva algún riesgo. Son especialmente vulnerables al riesgo las organizaciones con programas innovadores a largo plazo. Lo mismo es cierto de aquellos que operan en condiciones de mercado inestables, como las economías en desarrollo o incluso la de la Inglaterra pos-Brexit.

En este artículo, consideramos cinco estrategias principales utilizadas por los asesores de riesgos. Estas pueden ayudar a que las empresas hagan elecciones estratégicas, posicionándose para un futuro mejor. 

El primer paso para los asesores de riesgos es averiguar cuál es el nivel aceptable de riesgo para la organización en cuestión. Para una empresa familiar de larga data, el nivel aceptable de riesgo generalmente será muy bajo, mientras que es probable que los empresarios jóvenes y ambiciosos asuman más riesgos. Esto lo hacen con la esperanza de obtener mayores recompensas más adelante. 

Identificar los riesgos es una parte difícil y continua de la estrategia de negocio. Es un camino bien transitado y hay muchas ayudas a mano, entre ellas, tips para gestión virtual de proyectos. Al principio, la mayoría de la gente considera únicamente los riesgos financieros, pero la realidad es mucho más compleja. Las evaluaciones formales de riesgos son una parte común de la gestión empresarial. Tienen en cuenta una variedad de riesgos que puede ir desde la pérdida de la reputación y el daño a la marca hasta márgenes bajos de ganancias.

Una vez detectados los riesgos a los que se enfrenta su organización, el siguiente paso es decidir qué hacer al respecto. Este artículo analiza las cinco principales opciones estratégicas para la mitigación de riesgos. No se excluyen mutuamente. A menudo, la mejor opción será crear una estrategia híbrida que funcione para su situación específica.

 

1.  Aceptación del riesgo

A veces, lo más conveniente es aceptar un riesgo como inevitable, por ejemplo, si el costo de abordar el riesgo supera el de las posibles pérdidas. Siempre hay una compensación en la gestión de riesgos.

El primer paso en cualquier estrategia de mitigación de riesgos comienza mucho antes de que el riesgo se materialice. Ese paso es identificar, investigar y comprender los riesgos potenciales a los que se enfrenta la organización.

Puede clasificar los riesgos según la probabilidad de que sucedan comparado al probable impacto. Una de las mejores maneras de hacerlo es elegir de dentro de la empresa equipos multifuncionales y animarlos a comunicarse abiertamente. De esta manera obtendrá una visión amplia de la organización y su entorno.

 

mitigar el riesgo

Las empresas deben asignar la identificación de riesgos a equipos multifuncionales

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Puede sonar bastante sencillo, pero ¿alguna vez se ha preguntado qué es la colaboración de equipo? ¿Por qué ha de importarle? ¿Por qué tiene que ser multifuncional el equipo? Se trata de la comunicación y la participación de su equipo, se trata de transparencia y ayuda a dar una visión diversificada de la situación.

Todo el mundo tiene una perspectiva diferente sobre la organización. La identificación y comprensión de los riesgos depende de esa diversidad de puntos de vista. Si va a aceptar un riesgo como inevitable, entonces debe entender los posibles impactos. Ese es el mayor desafío de esta estrategia.

No hacer nada puede parecer una opción fácil, pero de todas formas debe mantenerse alerta.

 

mitigar el riesgo

Aceptar riesgos conlleva ponerse desafíos e intentar cosas nuevas

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2.  Prevención de riesgos

Ante la amenaza, los seres humanos han desarrollado la tendencia de resistir y enfrentar el peligro o de escapar de él. A esto se lo denomina reacción de lucha o huída. En cierta medida, lo mismo ocurre con las organizaciones comerciales.

A veces es mejor no enfrentarse de cabeza a una amenaza. Si no puede controlarla o eliminarla, podría ser mejor cambiar los planes y evitar el peligro. No hay por qué avergonzarse de escapar si ello implica que hará negocios en otra ocasión. 

Evitar un riesgo no tiene que significar un cambio completo de planes. Simplemente, puede poner controles adicionales para evitar cualquier resultado negativo. Estos controles pueden ser cosas como realizar diversos tipos de pruebas de software, algo especialmente importante para las organizaciones que se mudan a nuevos mercados con diferentes regulaciones.

Identificar los riesgos para evitarlos significa observar factores internos y externos. Al analizar los procesos de su empresa, ¿nota una dependencia de cualquier actividad, proceso o software en particular? Es el equivalente comercial de jugárselo todo a una carta.

Hemos visto un ejemplo de esto recientemente, ya que muchos más están trabajando desde casa y usando programas de videoconferencia como Skype Empresarial. Las empresas que dependen de solo una o dos piezas de software son susceptibles al riesgo. Existen un muchas alternativas a Skype; simplemente hay que buscarlas. Una dependencia excesiva de cualquier cosa lo hará vulnerable al riesgo.

 

mitigar el riesgo

Todos asumimos riesgos a diario, incluso al cruzar la calle

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3.  Control de riesgos

La tercer estrategia es el control de riesgos. Esta se asemeja a la aceptación del riesgo, pero va un paso más allá. La organización hará esfuerzos positivos para controlar el riesgo. El objetivo de esta estrategia es identificar y reducir los impactos negativos. Si identifica un riesgo y resuelve cómo controlarlo, entonces el riesgo perderá parte de su fuerza, lo que tendrá un gran efecto en la moral del personal y usted será capaz de mantener el optimismo de su equipo.

Las empresas lidian con problemas todos los días y asumen riesgos calculados. Por eso existen, y así es como generan ganancias. Cuanto más control tienen, más probabilidades tendrán de ser un éxito. Ante un riesgo significativo, incluso el gerente más laissez-faire querrá microgestionar a su equipo.

Una buena forma de lograr eso es utilizando herramientas de gestión grupal de tareas. Cada organización es diferente, por lo que deberá elegir la solución adecuada para su organización. Asegúrese de elegir una solución que permita una gestión y supervisión del tiempo adecuadas para la mejora continua.

Hay varias maneras de controlar los riesgos. Las formas más habituales son a través de la diversificación o la propagación del riesgo para disminuir su impacto.

Trabajar en línea y guardar documentos en la nube es otra forma de controlar el riesgo. Lo mismo ocurre con las  instalaciones para compartir archivos de forma segura. Años atrás, las organizaciones tenían que mantener archivos semejantes a cavernas en un lugar central. Esta práctica los hace vulnerables al riesgo de pérdida por incendio o inundación. En la actualidad podemos controlar ese riesgo mediante el uso de la tecnología.

 

4.  Transferencia del riesgo

Las empresas pueden controlar los riesgos en la medida en que estos sean predecibles. Acontecimientos como condiciones climáticas extremas no pueden ser controlables, pero sí se están volviendo predecibles. Esto significa que las empresas pueden propagar o transferir el riesgo. La forma más común de hacerlo es a través de pólizas de seguro.

La mayoría de los riesgos no tienen que ver con los desastres naturales incontrolables, sino que a menudo se originan en el error humano. Una estrategia exitosa de transferencia de riesgos identifica a las partes responsables y las hace responsables. Con el aumento del trabajo desde casa, esto se está volviendo más difícil. Sirve para poner de relieve los desafíos de la gestión a distancia de la mano de obra. 

Otra forma común de transferir riesgos es mediante el uso de cláusulas de indemnización en los contratos. Tal cláusula significa que ambas partes acuerdan compartir un riesgo. Lo hacen compensando a la otra parte por cualquier efecto negativo que surja del acuerdo.

 

5.  Supervisión completa

La estrategia final es la más importante para hacer las cosas bien. Las empresas exitosas lo supervisan todo. Buscan tendencias emergentes, y esto funciona como un sistema de alerta temprana.

Existen muchas maneras de lograr esto; los más exitosos utilizan una variedad de métodos. Las nuevas técnicas y formas de gestión de proyectos para mejorar el análisis del ecommerce ayudan a los gerentes de proyectos a supervisar los riesgos en tiempo real.

Uno de los mayores desafíos de la gestión de riesgos es ir más allá de la visión estrecha del enfoque al cliente. ¿Cuántas veces ha oído la frase «ponemos al cliente en el centro de nuestra empresa»?

Eso suena muy bien, pero deja a las empresas vulnerables a riesgos imprevistos. Es mucho mejor monitorearlo todo. Las organizaciones exitosas están enfocadas en tanto el mercado como el cliente. Implica retroceder un paso para tener una visión más amplia de todo el sector.

Cambiar la actitud y dejar de concentrarse únicamente en el cliente para pasar a tener un enfoque más amplio de toda la industria es vital. La transformación digital es una de las cosas que ha ayudado a este cambio. Hay tanta información disponible ahora, desde análisis macro hasta detalles específicos de empresas y nichos de mercado.

Adoptar nuevas tecnologías es una de las áreas más emocionantes de la gestión de riesgos. Al implementar tecnologías digitales, las empresas pueden recopilar datos del entorno de forma más rápida y eficiente.

La transformación digital hace que sea mucho más fácil para las empresas vigilar sus horizontes. Ahora podemos ver lo que están haciendo los competidores y la influencia que ejercen las fuerzas más amplias del mercado. Todo esto forma un sistema efectivo de alerta temprana para los asesores de riesgos.

 

La clave de la gestión de riesgos

La gestión de riesgos es un tema complejo, aunque fundamental. Ayuda a los gerentes a identificar la dirección estratégica correcta para su empresa. Los riesgos se presentan en todas las formas y tamaños. El primer desafío es detectarlos, y es por ello que debe haber un proceso multifuncional. La segunda fase consiste en evaluar y priorizar los riesgos a los que se enfrenta la organización. Solo entonces estas estrategias de mitigación de riesgos serán efectivas.

El riesgo es una parte inevitable de la vida, no solo de los negocios. Cada vez que cruzamos la calle, asumimos un riesgo y evitarlo no es una opción. No podemos eliminar ni evitar cada riesgo. Incluso si esto fuera posible, tenemos que preguntarnos si es aconsejable.

Después de todo, las empresas existen para asumir riesgos. Eso es lo que implica ser empresario. Un poco de riesgo es saludable. De lo contrario, terminaríamos viviendo en burbujas plásticas, aislados del mundo real y de las oportunidades comerciales que existen. 

 

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Evitar todo riesgo por completo sería como envolver a su organización en una burbuja protectora

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